Estados Unidos se prepara para conmemorar su 250 aniversario en 2026, pero la celebración podría no ser tan masiva como se espera. Por primera vez en un cuarto de siglo, la población estadounidense podría disminuir este año o en 2025, un fenómeno sin precedentes en la historia del país. Este potencial declive se debe a la caída sostenida de las tasas de natalidad e inmigración.
Durante décadas, la enorme atracción migratoria del país ha sido un punto de diferenciación clave respecto a Europa. La inmigración ha actuado como la “cura” que ha sostenido la tasa de reemplazo poblacional. De hecho, desde 1965, más de 76 millones de inmigrantes han llegado al país. Si esta cifra formara una nación independiente, superaría en población a países como Francia o el Reino Unido.
La Alarma Demográfica y Económica
La reducción poblacional en Estados Unidos, que jamás se había registrado, ni siquiera durante la Guerra Civil, plantea una señal de alarma económica con serias consecuencias. Si los flujos migratorios no se sostienen, la población podría comenzar a reducirse a partir de 2031,. La Oficina Presupuestaria del Congreso ya ha tenido que rehacer sus proyecciones, señalando que solo la inmigración neta compensará el crecimiento demográfico previsto a partir de 2031, dado que la tasa de fertilidad de las mujeres nacidas en EE. UU. (1.5 hijos por mujer) es significativamente más baja que la de las inmigrantes (1.8 hijos),.
La mano de obra es fundamental para mantener el crecimiento económico, manteniendo activas las industrias, el campo y la construcción. Sin la suficiente mano de obra, se prevé una escasez, un aumento de los precios y una crisis en la atención a las personas mayores.
El Éxodo y las Consecuencias Históricas
Lamentablemente, el motor migratorio se está rompiendo. La población nacida en el extranjero cayó por primera vez desde los años 60, reduciéndose en más de 1 millón de personas. Se estima que entre 1.5 y 2 millones de inmigrantes podrían abandonar el país este año, ya sea por salidas voluntarias o deportaciones.
Este éxodo es de tal magnitud que ha sido comparado con momentos críticos de la historia estadounidense, como la Gran Depresión (1929-1934), cuando unos 400,000 mexicanos regresaron a su país. Las pérdidas masivas de trabajadores inmigrantes históricamente han tenido consecuencias graves y duraderas, provocando salarios más bajos en las ciudades y una grave falta de mano de obra en las zonas rurales, así como una caída de la productividad y el crecimiento.
La importancia de la fuerza laboral inmigrante es innegable: hoy, casi el 19% de la fuerza laboral activa está compuesta por inmigrantes, lo que significa que casi uno de cada cinco trabajadores es inmigrante. De los 175 millones de personas que componen la fuerza laboral total, se estima que cerca de 10 millones están en situación irregular; expulsarlos equivaldría a eliminar el 6% de toda la mano de obra del país.
Además, un clima generalizado de miedo e incertidumbre, generado por operativos agresivos y un discurso oficial que difumina la línea entre criminales e inmigrantes legales e ilegales, está provocando que miles de inmigrantes legales también decidan marcharse por voluntad propia,.
El Riesgo en el Sector de Alta Cualificación
El impacto de las políticas restrictivas no se limita a la agricultura o la construcción, sino que golpea el corazón del modelo económico norteamericano, especialmente el sector tecnológico,.
- Visas H1B: La imposición de una tasa de $100,000 para la emisión de visas H1B, cruciales para que las empresas contraten talento altamente cualificado a nivel global, ha generado gran preocupación. Dado que el salario medio de un trabajador con visa H1B es de aproximadamente $92,600 anuales, este costo inicial se vuelve antieconómico para muchas startups que dependen de estos perfiles para crecer e innovar.
- Fuga de Operaciones y Talento: Como resultado, las empresas estadounidenses están buscando alternativas, trasladando operaciones a países como Canadá o la India,. Canadá, con políticas de inmigración históricamente más abiertas a trabajadores extranjeros cualificados, se ha convertido en una opción predilecta para abrir oficinas satélite.
- Teletrabajo y Empleo de Calidad: Las restricciones a las visas H1B también aceleran la fuga de empleos de mayor calidad a otros países (Reino Unido, India, Australia) a través del teletrabajo internacional. Estos puestos ya no participan de la economía estadounidense ni tributan localmente.
- Caída Académica: Incluso la calidad universitaria y la investigación científica están en riesgo. Solo en 2025, la inscripción de estudiantes internacionales en universidades estadounidenses cayó un 17%. Esto es particularmente alarmante, ya que los inmigrantes asiáticos y sudamericanos a menudo superan la tasa de educación superior de la población nativa.
El Conflicto Ideológico y la Cuerda Floja
El propio motor económico de la nación está en riesgo, lo que ha generado una fractura visible incluso entre los sectores conservadores, donde muchos miran las estadísticas y ven una alerta sobre el impacto económico de la caída poblacional. Incluso un sector del partido en el poder ha expresado dudas sobre si es viable “sacar a la gente de una fila de desempleados y decirles ‘Los voy a poner en una fábrica donde vamos a fabricar misiles'”, reconociendo la falta de ciertos tipos de talento en la fuerza laboral nativa.
Aunque históricamente la llegada de personas de otros países era vista más como un activo que como una amenaza, el ímpetu por frenar los flujos migratorios a toda costa parece responder a una “ansiedad demográfica”. Los análisis apuntan a que para 2050, la población blanca dejaría de ser mayoría en Estados Unidos. En muchos casos, este discurso es identitario, una oposición a que el país cambie y se vuelva menos blanco.
Independientemente de las motivaciones políticas, el país camina ahora sobre una cuerda floja. Su modelo económico y social podría resquebrajarse mucho antes de lo previsto si la salida de inmigrantes se convierte en una tendencia sostenida. La premisa de que cualquier estadounidense puede reemplazar de la noche a la mañana a trabajadores que requieren experiencia técnica o que aceptan salarios bajos y trabajos físicamente duros es una fantasía. Si estos trabajadores no están presentes, existe el riesgo de interrupciones en la cadena de suministro.
La pregunta clave que enfrenta el país es: ¿Puede realmente Estados Unidos prescindir de la inmigración y, al mismo tiempo, mantener su economía y el sueño americano?.
