Un decreto del presidente Trump busca quitar la ciudadanía a los hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos. Aunque los tribunales lo han parado por ahora, muchas madres temen que esto cambie y están corriendo a sacar pasaportes para sus hijos.
Los abogados de migración, explica que el presidente no puede cambiar la Constitución solo con un decreto. La 14ª Enmienda dice desde 1868 que quien nace en el país es ciudadano, sin importar si sus padres son indocumentados. Ella cree que este cambio no afectaría a los que ya nacieron, solo a los bebés del futuro.
Aun así, el decreto está detenido por jueces. Trump quiere que la Corte Suprema lo revise pronto. Mientras tanto, el miedo crece entre las familias indocumentadas, que no están seguras de qué pasará.
Gabriela, una madre indocumentada, sacó pasaportes para sus tres hijos de 1, 6 y 12 años. “Lo hice por si acaso dicen que ya no se puede”, cuenta. Ella quiere estar preparada por si las reglas cambian de repente.
Carmen, otra madre, tiene un hijo de nueve años nacido en Texas. Ella teme que dejen de reconocerlo como ciudadano porque Trump firmó el decreto el 20 de enero, al empezar su mandato. El decreto también busca frenar la entrega de números de Seguro Social y pasaportes a estos niños, pero muchos estados dicen que eso no es legal.
Hace ocho años, Carmen sacó un pasaporte para otro hijo sin problema. Pero ahora vio filas largas de familias, sobre todo hispanas, esperando para tramitarlos. “Había como 50 personas con agua y comida, listos para esperar mucho tiempo”, recuerda.
Al final, Carmen logró sacar el pasaporte de su hijo justo antes de que cerraran. Gabriela pagó 135 dólares por cada pasaporte y espera de seis a ocho semanas para recibirlos. Las dos están haciendo todo lo posible para proteger a sus hijos.
Aconsejamos aconseja a los padres guardar pruebas de ciudadanía obteniendo el pasaporte americano para sus hijos y enseñar a sus hijos a querer este país. Aunque hay mucha incertidumbre, estas madres no se rinden y buscan asegurar el futuro de sus familias.
Tener paciencia ya que las oficinas del USPS en Texas, al parecer, continúan prácticamente desbordadas.